Innovar para ser más sanos y más respetuosos con el medio ambiente
Yolanda Cerdà. Directora del Observatorio de Innovación de la Cadena de Gran Comsumo en España. Instituto Cerdà
Una de las funciones del Observatorio de Innovación en Gran Consumo en España es la de establecer los retos a los que se debe enfrentar el sector año tras año después de un proceso de detección y de visualización. Y no se trata tanto de que cada ejercicio aparezcan nuevos retos, sino, fundamentalmente, de ver como algunas tendencias se consolidan para posteriormente acabar convirtiéndose en un objetivo imprescindible de desarrollo del sector. Así, en los últimos años se constata como siguen teniendo una alta relevancia los vectores impulsados por las exigencias del consumidor, especialmente debido a los desequilibrios sociales y medioambientales del mundo en el que vivimos y a las inquietudes personales por estar sanos y debidamente informados.
Por ello, y para el 2019, el Observatorio y al igual que en la edición anterior, apunta la necesidad de evolucionar hacia una economía circular, de máximo reaprovechamiento de recursos y mínimo impacto contaminante, hacia la innovación social, para conseguir una actividad empresarial responsable, equitativa e inclusiva y hacia una producción saludable e inocua, respondiendo a distintos estilos de dieta y hábitos de consumo. Ese eje principal no solo va a marcar muchos de los procesos de innovación de 2019 sino que también de los próximos años, dado que la sociedad es más exigente, más responsable, más comprometida y quiere ser más saludable.
Vinculados a ese gran reto como sociedad existen otras necesidades que han ido apareciendo en los últimos años y que deberían implicar soluciones de cooperación entre los distintos agentes de la cadena, en concreto para la distribución de la última milla, un reto de todas las grandes ciudades; y para la seguridad, transparencia y trazabilidad, facilitando información precisa y fiable al cliente final sobre el origen y recorrido de los productos que se comercializan a través de los canales de gran consumo. Para ello será fundamental la analítica y gestión de datos y el aprovechamiento de tecnologías como la inteligencia artificial, el blokchain o el RFID (identificación por radiofrecuencia).
En ese marco de necesidad de innovación permanente aparecen nuevos requerimientos como por ejemplo, los programas e iniciativas que permitan atraer talento a las empresas de la cadena de gran consumo, así como evolucionar y preparar el talento para los desafíos de unas nuevas formas de trabajar e interaccionar con el cliente final (industria 4.0, omnicanalidad).
Las nuevas realidades sociales y las distintas necesidades asociadas implican que toda la cadena de gran consumo debe trabajar y orquestarse para ponerse al servicio del consumidor, más allá de las exigencias de poder adquirir productos más sanos, frescos, de quilómetro cero, de forma fácil y accesible. Ello implica un sector en constante desarrollo y con un dinamismo que lo sitúa al mismo nivel que otros muchos sectores más vinculados tradicionalmente a la innovación. El Observatorio de Innovación en la Cadena de Gran Consumo que impulsa el Instituto Cerdà, constata año tras año ese dinamismo y esa capacidad para dar respuesta rápida y eficaz a esos retos de alta complejidad, y la prueba de ello es la selección, también año tras año, de infinidad de proyectos y acciones de innovación vinculadas a esos retos. Una prueba más de la buena salud del sector, pero al mismo tiempo, de sus obligaciones para no acomodarse ante realidades cambiantes.