La calidad del aire en el Camp de Tarragona
Mercè Rius Serra
Directora General de Calidad Ambiental, Departamento de Territorio y Sostenibilidad, Generalitat de Catalunya
La calidad del aire, especialmente en el Camp de Tarragona, es un aspecto que preocupa a la ciudadanía y que es objeto de muchas inquietudes desde el Departamento de Territorio y Sostenibilidad somos muy conscientes y llevamos muchos años trabajando para su mejora. A pesar que en las áreas urbanas de Cataluña, la calidad del aire se ve afectada sobre todo por la movilidad, en este caso, el componente industrial toma una mayor relevancia. Para nosotros, la parte más importando para mejorar la calidad del aire, y la que ha dado unos resultados constatables a lo largo de los años es la prevención.
En el ámbito industrial esto no tan solo se traduce en la revisión de las autorizaciones para aplicar las mejores técnicas disponibles de obligado cumplimiento que nos marca la Comisión Europea y que ha llevado a una reducción significativa de los límites de emisión de los diferentes contaminantes atmosféricos. También estamos exigiendo un seguimiento de las emisiones difusas y fugitivas para garantizar que se disminuyan estas emisiones no-deseadas y estamos trabajando para garantizar que las antorchas de la industria química solo entren en funcionamiento en caso de emergencia, tal como establecemos a las autorizaciones ambientales y que la combustión se realice sin generar humos visibles, tal como establece el Decreto 139/2018.
Finalmente, también se establecen en las autorizaciones prescripciones en cuanto a las sustancias químicas sometidas al Reglamento (CE) n.º 1907/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo, relativo al registro, la evaluación, la autorización y la restricción de las sustancias y preparados químicos (REACH) para garantizar un nivel elevado de protección de la salud humana y del medio ambiente.
Esta tarea preventiva llevada a cabo directamente desde el territorio, a través de los Servicios Territoriales del Departamento a Tarragona, ha llevado a una reducción significativa de las emisiones, especialmente de aquellas asociadas a las partículas, óxidos de azufre y de nitrógeno, benceno y compuestos orgánicos volátiles.
Pero no solo se ha incrementado la prevención, sino que también el control y la inspección. La aplicación en Cataluña de la Directiva de Emisiones Industriales (DEI), también ha comportado implementar desde el año 2014 Planes y Programas de Inspección, que determinan las actividades que tendrán que pasar inspección y su frecuencia, de acuerdo con varios factores (las emisiones, su comportamiento ambiental y si están adheridos a un sistema de gestión ambiental como EMAS). Así en el periodo 2014 a 2019 se han ejecutado 3.600 inspecciones y este 2020 se inspeccionarán 51 actividades a la demarcación de Tarragona. En cuanto al control de las emisiones a la atmósfera, en Cataluña efectuamos un seguimiento a tiempo real de los focos con un potencial contaminador más grande, a partir de los datos que los equipos de medida instalados a chimenea envían en la Red de Emisiones a la Atmósfera de Cataluña (XEAC) con que se controlan mes de 150 focos emisores (79 en el Camp de Tarragona) y 24 antorchas (todas ellas en el Camp de Tarragona). Por lo tanto, a partir de los datos de las emisiones de los contaminantes mesurados (partículas, óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono, compuestos orgánicos…) por estos equipos se puede conocer el cumplimiento de la normativa en materia de emisiones que afecta los procesos industriales concretos. Anualmente, además las empresas tienen que hacer una declaración de cumplimiento para acabar de evaluar los diferentes parámetros que exige la normativa.
En cuanto al sistema de vigilancia de la calidad del aire, la Unión Europea fija tanto los contaminantes a mesurar, el número de puntos de medida, las características de los mismos y los umbrales de referencia para preservar la salud de las personas y el medio. Esta información se envía a la Unión europea anualmente para su evaluación. En el Camp de Tarragona, dada su singularidad se dispone de 13 estaciones de medida, mucho por encima del que determina la Unión Europea siendo una de las redes mas densas que existe. En este caso no exclusivamente se analizan los parámetros regulados por la normativa comunitaria (monóxido de carbono, óxido de azufre, PM10, PM2,5, benceno, óxidos de nitrógeno, metales, benzo-alfapireno y ozono) sino también se mesura ácido sulfhídrico, ácido clorhídrico, COV’s y HAP’s. Esta red permite supervisar unos 6000 datos diarias de medidas de contaminantes.
Damos la bienvenida al trabajo que se está haciendo desde el Observatorio, no porque sustituya el trabajo que hacemos y tenemos que continuar haciendo desde la Administración, sino porque es un complemento valioso y que se suma a otros estudios que se han ido tirando en este ámbito y que se están utilizando todos conjuntamente para ver qué se el impacto que puede haber sobre la salud de la ciudadanía del Camp de Tarragona. No se trata de hacer medias sino de evaluar cómo ha evolucionado los valores a lo largo del tiempo y en los diferentes puntos medidos, de los valores medianos y de las puntas que se puedan haber detectado, determinar qué puede ser su impacto. No queremos suavizar ni esconder nada, sino disponer de todos los datos para que lo Agencia de Salud Pública pueda realizar una evaluación real. Hasta ahora, todos los indicadores de salud no han mostrado ninguno diferencia significativa entre el Camp de Tarragona y el resto de zonas de Cataluña ni ningún indicio que pueda asociarse a la calidad del aire, pero nuestro compromiso es continuar haciendo estos estudios hasta disponer de la información que nos permita combatir la incertidumbre existente en el territorio dentro del marco de la Tabla de la Calidad del Aire del Camp de Tarragona, y de los grupos de trabajo que se han ido reuniendo en diferentes ocasiones.
Los resultados del primer estudio del observatorio fueron presentados a la Mesa y esperamos que estos, conjuntamente con otros estudios realizados en el territorio, puedan ser compartidos, para enriquecer el conocimiento y continuar mejorando la calidad del aire en el Camp de Tarragona.