El Institut Cerdà, junto con Banc Sabadell ha organizado una jornada online bajo el título “Crear crisis para aprender. Los simulacros de gestión de crisis”, como marco de presentación de la quinta monografía que con ese mismo título acaba de publicar el Servicio de Soporte a la Gestión de Crisis y que ha sido dirigida por Albert Girbal. La jornada contó con la asistencia de Adrià Galián, Subdirector gral. y director de Administración centralizada y servicios corporativos de Banco Sabadell, de Carlos Cabrera, Director general del Institut Cerdà y de Albert Girbal, Consejero técnico del Institut Cerdà y profesor de IESE que presentó la monografía (ver presentación).
Bajo el título ‘¿Qué hemos aprendido de los simulacros?’, la jornada se culminó con una mesa redonda con la participación de David Casas, Director de Continuidad de Negocio de Banco Sabadell; Óscar Domènech, Director de Continuidad de Negocio de CaixaBank; Ángel Pérez, Gerente de Organización y Ciberseguridad de Abertis Autopistas y Josep Bertran, Responsable de Comunicación y RREE de Repsol en Tarragona. El debate fue moderado por Jordi Martínez, Director de Comunicación del Institut Cerdà.
Todos los participantes coincidieron en la importancia de los simulacros como herramienta de aprendizaje en la gestión de las crisis. Así, Adrià Galián, destacó que “en continuidad de negocio sabemos que los aprendizajes vienen de los incidentes, es decir del “fuego real” y cuando no lo hay nos lo tenemos que inventar este es el papel de los simulacros” y Carlos Cabrera definió los simulacros como determinantes “para aprender de los errores y corregir aquello que puede ser mejorable, para aumentar la resiliencia de una organización”.
Según Albert Girbal, la monografía destaca que “los simulacros son una herramienta básica de mejora continua que inciden en toda la cadena de gestión de riesgo: desde la identificación, la gestión de la emergencia y la generación de lecciones aprendidas”, mientras que David Casas afirma que “en un simulacro es donde podemos comprobar si lo diseñado funciona y si la capacidad de respuesta está alineada con las expectativas. La cultura de la organización no es resiliente por los protocolos si no por quien los opera, las personas son clave en la gestión de crisis”.
Para Óscar Domènech además “un simulacro es un entrenamiento de alto impacto porqué añade, a los otros entrenamientos, la emoción, permite una creación de vínculo entre los miembros del comité que es indispensable en la gestión de crisis” y para Ángel Pérez, “los simulacros, para nosotros, han sido claramente una lección de aprendizaje. Los simulacros sirven fundamentalmente para cohesionar equipos”. Por su parte, Josep Bertran, define los simulacros la manera de “poner en evidencia la falta de recursos y el espacio donde poner en común lo que va pasando”
Puede ver la sesión en nuestro canal de YouTube y puede descargarse la Monografía 5 en el apartado de Publicaciones de esta web.