Con el fin de promover una nueva forma de atención a los colectivos más vulnerables de nuestra sociedad, el Institut Cerdà y la Taula d’Entitats del Tercer Sector Social de Catalunya, han realizado un estudio sobre el sistema actual de atención a las personas, con el objetivo de diagnosticar el grado de proximidad respecto al modelo comunitario centrado en la persona.
En el Tercer Sector Social de Catalunya han surgido, desde hace tiempo, numerosas iniciativas y proyectos orientados al desarrollo de un modelo de atención comunitaria centrada en la persona. Esto queda patente en las numerosas buenas prácticas recogidas en el estudio que ha desarrollado el Institut Cerdà dentro de la primera fase de la Estrategia COM3; y en el hecho de que, si nos comparamos con otros países europeos, no estamos tan lejos de las sociedades punteras y las experiencias más exitosas en la atención social a las personas.
El diagnóstico desarrollado en la primera fase de la Estrategia COM3, se ha estructurado en 9 ámbitos o colectivos, y ha contado con la participación de 17 federaciones miembros de la Taula del Tercer Sector. Asimismo, este planteamiento por ámbitos ha sido meramente instrumental, dado que el objetivo del modelo comunitario centrado en la persona es precisamente borrar las fronteras entre los ámbitos, así como entre las perspectivas social y sanitaria, creando servicios organizados en itinerarios en los cuales el centro sea la persona y no el ámbito al cual pertenece.
​El modelo de atención comunitaria centrada en la persona se fundamenta en los principios de dignidad, capacidad y autonomía de la persona. Y ha sido definido como aquel modelo de atención “que promueve las condiciones necesarias para la consecución de mejoras en todos los ámbitos de la calidad de vida y el bienestar de la persona, partiendo del pleno respeto a su dignidad y derechos, sus intereses y preferencias, y su participación activa”.
La finalidad de este modelo es conseguir el máximo bienestar para la persona atendida, combinado con la máxima independencia y el mayor grado de autocontrol posible sobre su propia vida cotidiana.
Se pretende pasar de un modelo institucionalizado, rígido e impersonal de prestación de servicios, a la prestación de apoyos, desde la comunidad y a través de la comunidad, que permitan desarrollar en cada circunstancia de la vida de la persona las respuestas más flexibles y adecuadas a sus necesidades. Por eso el modelo de atención comunitaria centrada en la persona tiene que ser integral, personalizado y transversal en relación a los diferentes ámbitos que la afectan de forma relevante.
Uno de los grandes retos del nuevo modelo es, justamente, superar la visión fragmentada y los compartimentos estancos en las prestación de servicios, para transformar el sistema en función de los itinerarios personales y la trayectoria vital del usuario.
Durante la elaboración del diagnóstico de la Estrategia COM3, el Institut Cerdà ha consensuado con todos los agentes implicados (Govern, federaciones participantes, expertos académicos, instituciones colaboradoras) los 6 vectores que definen el modelo comunitario centrado en la persona. Posteriormente, los diversos servicios y cada uno de los ámbitos se han valorado en función de estos vectores:
- Atención desde la comunidad: grado en el cual un determinado servicio es ejercido desde el entorno comunitario (y no por estructuras profesionales aisladas).
- Integrado con otros servicios: grado de conexión o adecuación de un servicio con otras prestaciones y servicios que puede recibir un mismo usuario.
- Personalizado: posibilidad de adecuación de un servicio a las necesidades y requerimientos de un usuario.
- Autonomía de decisión: grado en el cual la persona atendida puede ejercer y hacer prevaler su voluntad en el uso de un servicio.
- Multidisciplinar sociosanitario: visión integrada (no disociada) de las perspectivas social y sanitaria.
- Prevención: capacidad de anticipación, de generación de hábitos, prácticas o conductas que preserven la salud, el bienestar y la autonomía de las personas.
El análisis efectuado por el Institut Cerdà ha permitido diagnosticar el grado de desarrollo de cada uno de estos 6 vectores en los 9 ámbitos indicados, y así conocer y analizar los puntos fuertes y los puntos débiles de cada ámbito en relación al modelo comunitario centrado en la persona.
Finalmente, de acuerdo con estos mismos vectores, se han identificado 46 buenas prácticas en el Tercer Sector Social y, con la colaboración de un equipo de expertos se han escogido 9 proyectos de referencia, es decir, que sintetizan y manifiestan claramente las características básicas de este nuevo paradigma de atención comunitaria a los colectivos más vulnerables de nuestra sociedad.
Presentación del estudio y fotos de la jornada