¿Cuáles son las condiciones necesarias para conseguir organizaciones resilientes?
Buena pregunta, ¿no? En el Institut Cerdà llevamos más de 10 años apoyando a las organizaciones en materia de resiliencia, y fruto de nuestra experiencia, nos atrevemos con algunas recomendaciones:
- Liderazgo de la Dirección: siempre lo mismo, si lo sabemos, y es una obviedad, pero hay que decirlo y recalcarlo. Hacen falta directivos creyentes, capaces de involucrarse, de insistir, de apadrinar actividades de una manera constante y sostenida. A eso lo llamamos el diapasón de la resiliencia.
- Invertir en resiliencia: la rentabilidad de la inversión en resiliencia es probabilística, pero siempre llega, más tarde o temprano. Esta inversión muchas veces se califica erróneamente como coste y compite en la categoría equivocada.
- La organización debe reflejar esa cultura con estructura ad-hoc: debe existir un responsable de gestionar la resiliencia, fuera de la línea de producción para asegurar la dedicación de recursos.
- Cultura empresarial: las organizaciones orientadas a un solo objetivo (producir o resultado económico) tienen más dificultades para implementar una cultura de resiliencia, mientras que las que están orientadas al servicio al cliente, la empatía o cultura de la seguridad, por ejemplo, son más propensas a ser resilientes.
- Dedicar espacios de tiempo para la resiliencia (Stop&Go): encontrar oportunidades de reflexión fuera de las actividades diarias, dónde compartir e introducir conocimiento resiliente.
La resiliencia no sólo nos puede servir para afrontar situaciones disruptivas, sino que también como palanca para adaptar nuestras organizaciones a los entornos tan cambiantes y complejos que tenemos hoy en día en nuestra sociedad.