Salvador Alemany, Presidente del Institut Cerdà
A menudo y especialmente en estos últimos meses, todos nos hemos preguntado infinidad de veces sobre cómo teníamos que gestionar la situación que estamos experimentando y, especialmente, cuáles eran los próximos pasos a dar. La realidad es que uno tiene la sensación de que nos hemos adaptado rápidamente a esta nueva normalidad, incluso normalizando lo que debería ser un marco extraordinario o excepcional. Hemos normalizado el drama y nos hemos instalado en su vida cotidiana. En la mayoría de los casos, el debate no radica en cómo podemos aprender de lo que nos está sucediendo o cómo podemos encontrar nuevas oportunidades, sino que, en mi opinión erróneamente, tratamos de volver a la normalidad conocida.
Hace apenas 112 años, el primer máster de MBA nació en Harvard, que en ese momento tenía como objetivo capacitar y preparar a los líderes corporativos para responder a los desafíos del momento. Es decir, la visión no era adaptarse, sino ir más allá, superar la situación en todo momento y avanzar. La experiencia nos dice que los cambios siempre ocurren cuando las organizaciones se enfrentan a situaciones que no esperaban, que no estaban dentro de sus expectativas o escenarios. Lo que debemos considerar es qué necesitamos cambiar o modificar para poder sobrevivir y desarrollarnos en un mundo donde la seguridad ha dejado de ser un parámetro estable. No podemos seguir operando en lo que algunos expertos llaman “sociedad de red” con modelos del siglo XVIII.
Después de la pandemia nada puede seguir siendo igual, entramos en una economía más exigente y en una sociedad más militante, más participativa y menos tolerante. Cualquiera que no se reinvente, quien no se reprograme, quien no esté dispuesto a correr riesgos, no subsistirá. La oportunidad del momento consiste no sólo en adaptarse y sobrevivir, sino en fortalecer y anticipar aquellos escenarios que hoy sólo representan incertidumbre e indefinición y por lo tanto, es necesario transformar organizaciones y empresas en organismos capaces de tomar decisiones, cambiar o modificar el curso, e incluso evolucionar los productos o servicios que ofrecen, de forma rápida, ágil y eficiente
El reto para los nuevos líderes debe ser mirar más allá de su propio territorio, avanzar en el diálogo y la diversidad y considerar que los movimientos económicos están marcados por la probabilidad y la multiplicidad de variables y hoy podríamos añadir que el principal desafío es ser permanentemente amigable con las señales que se producen en nuestro medio ambiente, tienen la capacidad de interpretarlos y estar suficientemente capacitados para tomar decisiones ágiles que permitan el cambio.